¿Deben tomar aspirina personas sanas para prevenir una enfermedad cardiovascular?

14.01.2014 18:28

La respuesta basada en evidencias médicas sólidas sería NO. Estudios muy recientes publicados a principios del año 2014 reconfirman una vez más que el uso de aspirina en bajas dosis (75 a 100 mg/día) no debería indicarse en PREVENCIÓN PRIMARIA de enfermedad cardiovascular (ECV), es decir, en personas que no han sufrido ninguna ECV previamente, como un accidente cerebrovascular (ACV) o infarto del miocardio (IM), aunque tengan factores de riesgo para la misma. La razón deriva de que cuando se analiza el beneficio que este tratamiento preventivo aportaría a largo plazo es superado abiertamente por el riesgo de padecer una hemorragia gastrointestinal e incluso un ACV hemorrágico y tambien el riesgo de morir por estas causas. Lo que sí está ampliamente demostrado y sin duda alguna, es el beneficio de utilizar bajas dosis de aspirina en la PREVENCIÓN SECUNDARIA de ECV, es decir en la prevención de un segundo episodio o complicación cardiovascular en personas que ya han sufrido un infarto o un ACV. Es tan importante el uso de bajas dosis de aspirina en prevención secundaria que su uso ha demostrado ser eficaz en prevenir alrededor de una quinta parte de las complicaciones vasculares aterotrombóticas (infarto de miocardio no fatal, accidente cerebrovascular no fatal o muerte vascular) en un meta-análisis de 16 ensayos de prevención secundaria, en pacientes con antecedentes de infarto de miocardio, ACV  o isquemia cerebral transitoria. Esto corresponde a una reducción absoluta de alrededor de 10-20 casos por cada 1000 pacientes en la incidencia anual de eventos no fatales, y para una más pequeña, pero aún así significativa reducción en el riesgo de muerte por causas vasculares.Por esta razón la FDA (Administracion de drogas y Alimentos de los EEUU) no tiene aprobada la indicación de utilizar aspirina en bajas dosis para prevención primaria de ECV, por la falta de evidencias médicas sólidas sobre este punto, más aún la FDA ha negado dar esta autorización en 2 oportunidades. Lo anterior se complica aún más, si señalamos que pacientes que tienen condiciones equivalentes a una enfermedad cardiovascular como diabéticos, insuficiencia renal crónica o enfermedad vascular periférica entre otras, tampoco se benefician de utilizar aspirina en bajas dosis para prevención primaria de ECV, ya que el riesgo de sufrir una hemorragia gastrointestinal como efecto secundario supera abiertamente el beneficio que brindaría la aspirina. El gran problema de todo lo anteriormente explicado es que son millones de personas en todo el mundo que toman aspirina para prevención primaria de ECV por automedicación. Los médicos conocemos esta información desde hace tiempo en especial cardiólogos e internistas, pero los mismos estudios clínicos señalan que ha sido muy difícil poder contrarrestar esta tendencia ya que los grandes beneficios que superan abiertamente el riesgo de sangrado observados solamente en casos de prevención secundaria, puedan ser trasladados injustamente para prevención primaria. Con frecuencia la muerte temprana de algún familiar o amigo por causas cardiovasculares, lleva a mucha gente a tomar esta decisión de automedicarse. Algunos estudios (2014) señalan que la tendencia de utilizar aspirina en bajas dosis para prevención primaria de ECV la cual sigue siendo muy alta en la actualidad irá disminuyendo con el tiempo. Las guías europeas en prevención de enfermedades cardiovasculares en la práctica clínica recomendó en el año 2012 que la aspirina no debe ser utilizada para prevención primaria de enfermedad cardiovascular, ya que el riesgo de hemorragia supera abiertamente los beneficios aportados por este fármaco. Quisiera terminar esta reseña con un caso clínico reciente que tuve en mi consulta, una paciente de 48 años acudió por sentirse muy débil desde hace varios meses, presentaba una hemoglobina de 7 g/dl es decir una anemia severa, se trataba de una persona sana sin antecedentes de enfermedad cardiovascular y decidió automedicarse aspirina infantil desde hace 2 años para prevenir un infarto o un ACV. Lo único positivo en la historia clínica como causa de la anemia era el tomar aspirina y estaba perdiendo sangre crónicamente por el tracto gastrointestinal (gastritis hemorrágica). Este caso puede ser un claro ejemplo de todo lo explicado anteriormente. Posiblemente alguien se pregunte: ¿Si utilizo la aspirina con un protector gástrico tipo omeprazol me ayudaría a prevenir complicaciones gastrointestinales?, lamentablemente no sería la solución ya que a pesar de que el protector gástrico disminuye el riesgo de hemorragia gastrointestinal por el uso de antiinflamatorios, este protector gástrico lo tendría que tomar de por vida ya que es prevención primaria, y el uso a largo plazo de estos productos sin una justificación médica limitada en el tiempo, puede conllevar a un mayor riego de osteoporosis, neumonía, diarrea severa por colitis, sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado, etc. Además el beneficio cardiovascular obtenido a largo plazo es notablemente menor que el observado en prevención secundaria. El mensaje que quiero dejarles con esta reseña es que eviten la automedicación con bajas dosis de aspirina para prevención primaria de enfermedad cardiovascular, debe esperar la decisión de su médico tratante quien le ofrecerá la mejor recomendación terapéutica después de evaluar todos los datos aportados por la historia clínica ya que cada caso debe individualizarse.